
Aquella noche de jueves que casi se despedía de febrero, un pequeño rincón de Madrid se vistió de rock, de rock juvenil y atrevido, de rock que despertaba y nos hacía despertar. La Leyenda, un estrecho garito plagado de imágenes de Jim Morrison, fue el lugar elegido por The Vagus Group para ofrecer su tercer concierto. Más de 70 personas, de distintas franjas de edad, acudieron al lugar, convirtiéndolo en intransitable. El furor del público se palpaba especialmente en las primeras filas, y los saltos comenzaron desde el primer tema con el que The Vagus Group comenzó el concierto: una versión muy convincente de la mítica “Sultans Of Swing” de Dire Straits. A esta canción la siguieron otras versiones de grandes clásicos y una serie de temas compuestos por los jóvenes músicos que se sacudían las inseguridades en el escenario.
Álvaro, en encendido y apasionado diálogo con su guitarra; Nico, dibujando el pulso de la noche, ampliamente ovacionado por el público. Juan y Julio se turnaban para cantar, a la vez que se encargaban de sus propios instrumentos. También hubo tiempo para recordar a Laura, la voz femenina de la banda, que no pudo acompañarlos en el concierto por encontrarse fuera del país. A ella le dedicaron una canción.
A medida que avanzaba la noche, los ánimos no se enfriaban: al contrario. La confianza de los jóvenes músicos iba en aumento, así como el furor del entusiasmado público, que rugió especialmente en una de las últimas canciones, una estupenda versión del entrañable tema de Antonio Vega “La chica de ayer”.
Fue una noche memorable y una actuación que dejó sembrada una semilla: la semilla del rock madrileño en estado salvaje, inexperto y virtuoso. No me cabe duda de que The Vagus Group seguirá sorprendiéndonos en los próximos tiempos.