


Ayer tuve ocasión de participar en el recital organizado por la asociación Karibuni África junto a otros cuatro poetas (María Luisa, Ángel, Sara y Carlos). Fue en el célebre café madrileño Libertad 8, donde ya recité en otra ocasión.
Karibuni África es un proyecto de carácter internacional que surge en 2012 gracias a la unión de un grupo de jóvenes cuyo objetivo es el de mejorar las condiciones de vida en las comunidades africanas y personas más desfavorecidas de dicho continente, sin discriminación de raza, género, creencia religiosa, clase social u opinión política. Para ello trabajan en la creación de infraestructuras y en el desarrollo de la educación y de la sanidad, garantizando con esto que todas las personas puedan ejercer sus derechos y tener una vida digna. Poseen proyectos tan interesantes como el de la creación de una clínica psiquiátrica en la localidad keniana de Makuyu.
Podéis encontrarlos también en Facebook y en Twitter.
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Mis agradecimientos a los miembros de Karibuni África (Víctor, Julia, Idoya…) por contar con mis versos para un evento tan emotivo. También a mi buena amiga Sandra Expósito, por asistir al acto y por su fantástico reportaje fotográfico.
Y a todos los que estuvisteis allí. Cualquier acto o labor que se haga por África, el continente olvidado, resulta, en verdad, admirable y necesaria.
¡Ya podías haber avisado!
Es cierto. Esta semana he estado tan absorbida por mis labores habituales que hasta el mismo día no me acordé, y ya me pareció muy repentino avisar. Avisé únicamente a una amiga, y por pura casualidad… Pero ya habrá más, sin duda.