
Hace unos días, tuve ocasión de asistir a la presentación del nuevo disco de Juan Antonio Simarro, su primer trabajo en solitario. Fue un emotivo concierto en la madrileña tienda de instrumentos Hazen, donde Simarro tocó el piano acompañado del Cuarteto Pergolesi.
Los asistentes experimentamos esa mágica sensación que se genera cuando la música invade el alma, inventa mundos y nos atrapa, alejándonos de la realidad, sumergiéndonos en recuerdos que encuentran, de repente, su propia banda sonora. La exquisita música creada por Simarro logra ese efecto, y este debería ser el ideal para todo compositor que se precie.
El disco de Juan Antonio Simarro nos introduce en universos oníricos y caleidoscópicos con tres “Sueños”, nos regala el magnetismo moderno del jazz en una “Noche en el Café Montarto” e incluso pone un broche final con el entrañable “Divertimento para Ukelele y orquesta de cuerda”, que fue interpretado también, con maestría, en el concierto de Hazen. Simarro nos muestra, una vez más, que la música clásica está muy lejos de poseer una sola faceta…
Os recomiendo vivamente su disco.
