Lo que queda de The Doors

Hoy me he topado con una noticia que anuncia que los miembros supervivientes de la banda The Doors se reunirán en 2013 para rendir tributo al recientemente fallecido tecladista: Ray Manzarek. Manzarek murió el pasado 20 de mayo en Alemania, a los 74 años, debido a un cáncer de hígado. La figura de Manzarek fue capital en la formación de la banda, tal como expliqué en «Recordando a Ray Manzarek», un artículo publicado en la revista digital Todo Literatura.

Los cuatro integrantes de The Doors, a finales de los sesenta. De izquierda a derecha: Robby Krieger, Ray Manzarek, John Densmore y Jim Morrison
La banda The Doors, a finales de los sesenta. De izquierda a derecha: Robby Krieger, Ray Manzarek, John Densmore y Jim Morrison

En la historia del rock, hay dos modalidades de grupos: aquellos en los que todos los miembros son más o menos conocidos, como The Rolling Stones o The Beatles -es cierto que los fans se debaten entre Lennon o McCartney, pero incluso Ringo Starr tiene su público- y esos otros en los que hay una cabeza visible, MUY visible… y dos o tres personas de fondo, cuyos nombres suelen ser recordados solo por los melómanos o los entendidos en rock. Eso ocurre con la banda que hoy nos ocupa, porque pensar en The Doors es pensar automáticamente en su vocalista: Jim Morrison.

Morrison fue, sin duda, el espíritu del grupo, y eso que él no iba para músico, sino para poeta maldito, al modo de sus admirados Rimbaud y Verlaine. Por eso precisamente son las letras de The Doors tan profundas y absolutamente geniales…

Que Morrison era The Doors lo confirmó el hecho de que, tras su repentina muerte acaecida en julio de 1971, la banda que siguió en activo, fue marchitándose rápidamente hasta su disolución. Sin la locura creativa de Jimmy, aquello no podía ser lo mismo.

Sin embargo, necesitó el equilibrio de sus compañeros para lograr canalizar toda su extravagancia en verdadero arte. Y aquí es donde se vuelve esencial la figura de Ray Manzarek, a quien conoció en la UCLA (Universidad de California, Los Ángeles), donde ambos coincidieron en los recientemente instaurados estudios de Cine. Manzarek era cuatro años mayor que Morrison, y tenía la idea de formar un grupo de rock. Después de que Jim le cantara uno de sus poemas, que había musicado -concretamente, «Moonlight Drive»-, Ray consideró que el salvaje muchacho tenía los ingredientes necesarios para hacer que una banda triunfase. Así se formaron The Doors, para cuyo nombre Jim se inspiró en una cita de William Blake: «Si las puertas de la percepción fueran depuradas, todo aparecería ante el hombre tal cual es: infinito»

Aunque adicto a las hierbas, Ray Manzarek tenía lo que en muchas ocasiones le faltaba a Morrison: sentido de la realidad. Le aportó equilibrio emocional y tuvo mucha paciencia con su impetuoso carácter, incluso le dejó alojarse en su propia casa durante un tiempo. Fue lo más parecido a un amigo para Jim.

Ray Manzarek y Jim Morrison estudiaron juntos Cine en la UCLA
Ray Manzarek y Jim Morrison estudiaron juntos Cine en la UCLA

Manzarek fue teclista y bajista de los Doors: un «dos en uno» que logró gracias a su Fender: un teclado que también reproducía sonidos de bajo. Además, Ray fue quien aportó al tercer integrante y batería de The Doors: John Densmore, al que conocía por ser ambos compañeros en unas clases de meditación. John Densmore, a su vez, fue el enlace directo con Robby Krieger, el que se convertiría en el guitarrista de la banda. Robby era el más joven de los Doors -tenía tres años menos que Morrison- y un consumado guitarrista, especializado en varios estilos, como el flamenco. Antes de unirse a los Doors tocaba, junto con Densmore, en un grupo llamado The Psychodelic Rangers.

Aunque en un principio parecía tímido y silencioso, Krieger constituyó un gran fichaje para la banda. Además de Morrison, fue el único que compuso letras, siendo de su atoría temas tan populares como «Love Me Two Times», «Touch Me», «Love Her Madly» o una de las más míticas: «Light My Fire»:

¿Qué fue de los Doors tras la muerte de Jim Morrison? El grupo permaneció activo poco tiempo más, con Ray Manzarek y Robby Krieger como vocalistas. Después, cada uno marchó por su lado, sin apartarse del mundo de la música. Hasta el año 2002, cuando Manzarek y Krieger se unieron en un grupo llamado The Doors of the 21st century, en la que rescataban temas de la banda original.  Y es aquí donde comienzan las desavenencias.

El antiguo batería, John Densmore, comenzó un proceso judicial contra Manzarek y Krieger por usar ese nombre, además de utilizar temas de The Doors sin que él lo hubiera permitido. Densmore, respaldado por la familia de Morrison, alegaba que The Doors no podía existir si faltaba uno de sus miembros, más aún si esa ausencia era la de Jim Morrison.

Lo que Densmore sentía por Jim era una mezcla de miedo y admiración. Cuando se unió a The Doors, temió que Morrison fuera un psicópata, pero a la vez se unió porque intuyó que él era la clave del éxito para una banda como la que estaban formando. John sabía que con Jim Morrison resultaría imposible no triunfar. Por entonces, el batería ya se caracterizaba por una cierta agresividad malhumorada, que debía de conservar cuando en 2002 denunció a sus antiguos compañeros.

Robby Krieger y Ray Manzarek en 2004
Robby Krieger y Ray Manzarek en 2004

Lamentablemente, las disputas no terminaron hasta dos semanas antes del fallecimiento de Ray Manzarek, cuando este volvió a contactar con Densmore para comunicarle que «se estaba muriendo». A John la noticia le afectó mucho, y tras su muerte puso fin a la enemistad con Robby Krieger -ambos habían sido amigos íntimos antes de su incorporación a The Doors. Ya han anunciado que se reunirán en 2013, aunque desconocen las fechas concretas, para homenajear a su ex compañero y amigo Manzarek.

Resulta muy triste que la muerte sea lo que más une en esta vida. No sé si hubiera sido emocionante ver a los tres Doors tocando juntos de nuevo, porque no sé qué impresión me hubiesen causado sin tener a su lado la locura entrañable de Jim Morrison. Igual que si a un monstruo terrible y genial le hubieran cortado la cabeza, y lo que quedara de él, aunque hondo, fuese un recordatorio de que Jim ya no existía.

En todo caso, ese hipotético reencuentro ya no se producirá. Veremos, eso sí, tocar de nuevo juntos a Densmore y Krieger, envejecidos y sentimentales, como la espuma que queda en la orilla después de una salvaje marejada. Lo más positivo que puedo extraer a todo esto es la reconciliación de lo que fueran dos grandes amigos…

John Densmore y Robby Krieger en la época de The Doors
John Densmore y Robby Krieger en la época de The Doors

2 respuestas a «Lo que queda de The Doors»

  1. Es una banda que toda la vida me despertó misterio y que lo seguirá haciendo. Todas las piezas encajaban para llegar al éxito, pero que faltando el que fuera no iba a ser lo mismo. Todas las fichas juntas forman el todo y The doors era un poco eso. Yo creo que la figura de Jim era lo que causaba la pelea entre todos los integrantes de la banda. Hay personas que son líderes natos aún sin saberlo o no reconocerlo. Eso era Jim para mí, pues no era para nada egocéntrico, era bastante sencillo por lo que leí y dicen sus amigos (entre ellos Manzarek). Realmente fue una banda estupenda.Buen post.

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