
Oh baby, baby, it’s a wild world.
It’s hard to get by just upon a smile.(Cat Stevens, Wild World)
No se equivocaba Cat Stevens cuando afirmaba que este es un mundo salvaje. Da miedo a veces asomarse fuera del corazón y ver que nieva incesantemente: que la nieve, como un sudario grave y profundo, cubre todos los ojos y los sentimientos, los labios, los recuerdos. Quieren hacernos creer que el amor son solo palabras y que su luz, como la de una estrella fugaz, puede extinguirse de un día a otro con la súbita levedad de un beso. Y yo, que no he dejado de soñar con la luna, aprendo cada hora a distinguir el humo del verdadero amor, porque tengo el privilegio de haber conocido, de conocer, a personas que han sabido quererme, a las que yo he querido y quiero, más allá de las palabras. Cuando quieres a alguien de verdad, su sufrimiento es el tuyo y desearías retorcer el universo hasta recuperar la armonía por ver morir sus lágrimas.
Pero este mundo, como decía Cat Stevens, es salvaje. La empatía se ha convertido en un raro animal en peligro de extinción, en un delicado cervatillo herido que huye de las vilezas que nos rodean, que nos queman. El egoísmo es el nuevo Sol. Sin embargo, las máscaras siempre se acaban derritiendo.
Cuando esto ocurra, me encontrarán acurrucada dentro del corazón, en mi mundo celeste, lejos de la soledad y del frío. Porque el amor, en todas sus vertientes, es la luz que nos salva de la realidad.
Felices Navidades a todos.
Si D’abarnville no hubiera roto el corazón del bueno de Yusuf no la hubiera compuesto nunca. No hay mal que por bien no venga…
La empatía, preciada, compite involuntariamente con la terquedad, muchas veces aparecida como mecanismo de defensa de aquellas personas que no han recibido esa… empatía de vuelta. Por así decirlo. Ahora, en la mano de todos está el cambio.
Bon nadal y felices fiestas a ti también. Salut!