“Ya nadie piensa en ti, Miss X niña.”
(Rafael Alberti)
Detrás de un beso hay siempre
una región inabarcable de soledad.
En cada abrazo, juegan los cuerpos a simular
durante unos instantes que se componen de algo más
que nubes hilvanadas con deseos.
Abrir los ojos es cerrarlos,
y entonces ya no existe un tú y yo: solo la luna.
Solo la soledad desenterrada del viento del oeste,
de las niñas sin nombre –¡ah, Miss X!–
perdidas por los mundos ignotos
de nuestros pensamientos.
Muy bello Marina!!