Publicar un libro de poesía tiene algo muy espiritual, porque es como si de repente se materializara una parte de nuestra alma. En el caso de mi tercer poemario, De las horas sin sol, esta sensación se incrementa, ya que se trata de una obra muy personal, que plasma mi geografía emocional en un momento muy concreto de mi vida.
Este libro habla sobre la muerte, la memoria, la ausencia y el amor: los temas de siempre, barnizados por la nostalgia. Es una obra más oscura que las anteriores, gestada en un eclipse. Sin embargo, la luz sigue ahí, aunque de forma distinta.
Con él quedé finalista en 2017 del Premio Valparaíso de Poesía.
Gracias a Antonio y Charo, de Huerga y Fierro, por depositar su confianza en mí con esta edición tan magnífica. Gracias a mi prologuista, Andrés París, el mejor intérprete de las luces y sombras que me habitan. Gracias a mi familia, siempre, y a los amigos que se han quedado conmigo.
Estoy deseando que lo leáis. Me encantaría también veros en la presentación, el 5 de abril a las 20:00 h., en la sede de Huerga y Fierro (C/ Sebastián Elcano, 9, Madrid).