Resucitando una historia (o muchas)

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Este que veis aquí es mi blog primerísimo, Como naipe cuya baraja se ha perdido. Nació en noviembre de 2008, cuando acababa de cumplir los 19 años y me sentía fascinada por un poema de Luis Cernuda titulado «Para unos vivir», de su obra surrealista Un río, un amor. La primera entrada que escribí se llamaba «Aparte». En ella explicaba por qué había tomado un verso de este poema para darle nombre al blog…

Desde entonces, escribí mucho. Escribí años enteros. Versos, relatos, reflexiones… palabras que nacían directamente del humor que tuviera en ese preciso instante -por supuesto, se impone la melancolía o, como diría Alberti, la «nostalgia inseparable», porque así es mi carácter-. Y es que, en el momento de escribir, nunca he podido seguir el precepto becqueriano de «escribirlo después de sentirlo, y no mientras se siente». Nunca he logrado completamente sujetar la inspiración o el arrebato sentimental con el yugo sereno de la razón. Tal vez por eso no pasaré jamás a la Historia de la Poesía…

El resultado es casi un diario lírico -y velado; es lo bueno de la literatura- de seis años cruciales de mi existencia: el paso de la adolescencia a la juventud, o a la madurez, según prefiramos llamarla. Tal vez por eso le tengo tanto cariño a este blog.

No habría dejado de escribir en él si no fuese porque estos meses atrás se me presentó un problema tan terrenal como perder la cuenta de correo a la que lo tenía vinculado. Blogger tiene un sistema complicadísimo para la recuperación de cuentas. Complicadísimo, no: imposible. Así que tuve que asumir que nunca más podría volver a actualizar este blog ni el otro que tenía en esa cuenta, A caballo en el quicio del mundo.

Como no por ello iba a dejar de escribir reflexiones lírico-bloguísticas, llegada a este punto tenía dos opciones. La primera, alojar en esta misma página todos los textos que escriba a partir de este momento. La segunda, crear un nuevo blog con el mismo nombre. Finalmente, me decidí por la segunda opción, porque necesitaba un espacio exclusivamente «literario» -esta página tiene, como podréis ver, publicaciones de todo tipo-.

Así nació la segunda época de Como naipe cuya baraja se ha perdido. Es curioso que la última publicación del antiguo se llame «Antes del final», porque, en ese momento, no me imaginaba que me fuesen a cerrar el paso. Por ello, he titulado la primera entrada del nuevo «Después del final», y supone una continuación de la anterior.

Os doy por tanto la bienvenida a la segunda etapa de Como naipe cuya baraja se ha perdido, e iré anunciando las actualizaciones en esta página a medida que se produzcan. Siete años después de comenzar aquella andadura, puedo afirmar que sigo sin encontrar mi baraja…

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Todos mis artículos sobre Luis Cernuda

El poeta Luis Cernuda en 1928
El poeta Luis Cernuda en 1928

Aprovechando que las redes están que arden con Luis Cernuda por ser el 50º aniversario de su muerte -que ya podía haber pasado lo mismo con el 110º aniversario de su nacimiento, que fue el año pasado…- he decidido dejar otra recopilación de artículos, esta vez, escritos por mí, en torno a su persona y a su obra.

Literarios:

Retorno a Sansueña (10 de julio de 2012)

Los ojos negros (30 de julio de 2012)

Veintiuno de septiembre (21 de septiembre de 2012)

Académicos:

Primera visión de Luis Cernuda (21 de septiembre de 2011)

En favor de Luis Cernuda (5 de noviembre de 2011)

Oír campanas (17 de enero de 2012)

Sólo frente a la sombra del tiempo (21 de septiembre de 2012)

Un tango para Luis Cernuda (21 de septiembre de 2013)

La muerte es la victoria (5 de noviembre de 2013)