«Condiciones para el vuelo», de Joselyn Michelle Almeida

La primera condición para el vuelo es la pregunta. Por eso Eva la formula en uno de los poemas iniciales del libro: “¿Qué cielo a la belleza expulsaría / fuera de sí por querer ser más bella?”. La curiosidad se identifica con la inocencia. Continúa, revelando la identidad del interlocutor: “Si el pecado fue seguir tu lumbre propia, / ¿por qué tú el príncipe de las tinieblas?”. Esta relación entre el pecado, la belleza y el conocimiento surge también en otros poemas como “Malus domestica”, con el símbolo de la manzana, o en “Prueba de fe”: “Manda que le corten la nariz a la mujer / y así desfigurar el rostro bello del pasado”.

La inocencia en sí supone un regreso a lo primigenio, a la naturaleza, con cuyos elementos entra en comunicación constantemente la poeta. Se identifica con el amor, porque ambos, amor y naturaleza, basan su esencia en la libertad. Por ello, las escenas amorosas se hallan en íntima relación con estos elementos naturales: “Vengo a dar albergue a tu beso fugitivo, / […] Ese que ensaya los matices del estío / y bebe relámpagos en la tormenta / haciendo de tu mirada un cielo en espera”. La naturaleza, como el amor, se encuentra amenazada: hay fuerzas que amenazan con romper ese equilibrio, como ocurre en el incendio de “Trastorno planetario” o en la desaparición de las abejas de “Aclaración”, donde concluye la poeta: “Vivimos y nos amamos mientras se pudo”.

En la naturaleza, además del amor, encuentra la voz lírica su propia identidad, esa que busca recuperar, como señala acertadamente el prologuista, Alfredo Piquer. Así, escribe la poeta: “No soy de sol, soy de mar, soy de sueño”. Los mares “son sinónimos del alma”.

También la identidad lleva intrínseco el viaje para la voz lírica. Asistimos a un constante trasiego de amores a distancia, océanos que guardan regresos, trenes. La poeta se encuentra entre dos mundos separados por el océano: “Llevo leguas de océano por sangre / y a veces me resulta extraña la tierra”, “Quedé sepultada en dos hemisferios, / mas no lo supe hasta faltarme el corazón”, “El poema de mi cuerpo nace del mar”.

Y en esta recuperación de la propia identidad encuentra el lector una mirada hacia las raíces, hacia lo que la poeta llama “ancestros”. Se produce un intento de revivir los paisajes y las emociones que ellos habitaron. Este afán se construye en forma de preguntas retóricas: “¿Despierto yo bajo el mismo cielo que despertaron? ¿Vemos las mismas estrellas?”. Se trata de una lucha encarnizada contra el olvido: “He venido a descifrar las lápidas borradas para consolar a los muertos que me dieron vida”.

Conocerse a sí misma es la verdadera condición para volar. Conocerse para después “desconocerse”, desprenderse de todo lo que supone unión con el mundo terrenal, hacerse una con la naturaleza: “De las nubes aprendo cómo ir con el viento / soltándome de todo lo que me une a la tierra”. El inicio de ese vuelo o la asunción de las propias alas conlleva un sufrimiento: “Dolor terrible es perder el sueño / y sentir el comienzo de las alas”.

En Condiciones para el vuelo (Los Libros del Mississippi, 2019), el primer poemario de Joselyn Michelle Almeida, hallamos ya su esencia poética: la familiaridad con los viajes desde su infancia, el simbolismo (el mar, la rosa), la incursión en la mitología griega y egipcia, o en la Biblia. Se aprecia también un amplio conocimiento de la literatura. La autora ha sido profesora de esta materia en universidades estadounidenses y actualmente reside en España, donde está ampliando sus estudios.  

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2 respuestas a ««Condiciones para el vuelo», de Joselyn Michelle Almeida»

  1. Me ha encantado tu reseña. Un abrazo!

    El mié., 28 oct. 2020 21:09, Marina Casado escribió:

    > Marina Casado posted: » La primera condición para el vuelo es la pregunta. > Por eso Eva la formula en uno de los poemas iniciales del libro: “¿Qué > cielo a la belleza expulsaría / fuera de sí por querer ser más bella?”. La > curiosidad se identifica con la inocencia. Continúa, » >

  2. Querida Marina: ¡Mil gracias, magnífica poeta y escritora, por este gran honor y una lectura maravillosa! Como dije en la página de Facebook, es una alegría como pocas que he tenido en la vida. ¡Que el vuelo siempre sea posible! 😘🤗😘🌸🌈🌟❤️

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