La huella de Galdós en García Lorca (I): Doña Perfecta y Bernarda Alba

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Federico García Lorca

Si existe un escritor de la Generación del 27 en el que se pueda apreciar una evidente y directa influencia de la obra galdosiana, es sin duda Federico García Lorca (1898-1936). En sus obras dramáticas, Lorca se preocupó por reflejar el universo femenino de su época, en ahondar en la psicología de las mujeres; un rasgo que también destaca en las novelas de Galdós. Siempre se ha hablado de la sensibilidad de Benito Pérez Galdós (1843-1920) a la hora de plasmar el intrincado mundo íntimo de las mujeres; de su capacidad para construir personajes femeninos y de la atención que dedica, por ejemplo, a detalles como la ropa y el calzado –atenciones que, tradicionalmente, se han asociado más a la narrativa femenina–. Galdós ha sido el padre de personajes tan determinantes en nuestra historia literaria como la valiente y obstinada Fortunata, la sufrida Jacinta, la soñadora Isidora Rufete, la frívola pero franca Condesa Lucrecia o las imposiblemente buenas Marianela y Benina.

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Benito Pérez Galdós

La crítica ha coincidido en señalar que tanto Galdós como Lorca se criaron entre mujeres, un hecho que posiblemente contribuyera a formar esa asombrosa sensibilidad hacia el universo femenino. A ambos les interesa mucho, además, representar a la mujer como víctima de la sociedad de sus respectivas épocas, unas épocas en las que todavía era considerada como “el sexo débil”. Ya se han mencionado varios de los numerosos personajes femeninos creados por Galdós y, si se atiende a la obra dramática de Lorca, destaca el gran número de personajes protagonistas –o coprotagonistas- mujeres: Mariana Pineda, la Zapatera, la Novia de Bodas de sangre, Yerma, Belisa, Doña Rosita… Y concretamente, en La casa de Bernarda Alba solo aparecen mujeres, a pesar de que el personaje de Pepe el Romano –que nunca llega a aparecer- actúa como impulsor de la trama.

El hispanista Ian Gibson señala la evidente similitud entre el personaje lorquiano de Bernarda Alba y la Doña Perfecta de Galdós, protagonista de la novela de 1876 que lleva su nombre.

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Irene Gutiérrez Caba en el papel de Bernarda Alba en la adaptación cinematográfica de Mario Camus en 1987

Lorca escribió La casa de Bernarda Alba hacia 1936, sesenta años más tarde de ser publicada Doña Perfecta. Sin embargo, podemos apreciar rasgos comunes entre ambos personajes, que Ana Ibáñez Moreno relacionó con el arquetipo de “la madre terrible” apuntado por Jung –relacionando la figura de la madre con determinadas diosas de la India y México que eran crueles y despóticas con sus hijos.

Aunque, para crear a Bernarda Alba, Lorca posiblemente se inspiró en una vecina suya de Asquerosa –hoy Valderrubio-, Francisca Alba; su biógrafo, Ian Gibson, señala que con toda seguridad conocía la obra de Galdós, y concretamente la novela Doña Perfecta, por los rasgos que ambos personajes comparten. Efectivamente, tanto una como otra ejercen una autoridad despótica contra sus hijas –una, Rosarito, en caso de Perfecta; y cinco, en caso de Bernarda-, que son figuras femeninas dóciles, resignadas y que acatan sus órdenes sin rechistar. En ambas novelas destaca también la ausencia de la figura del padre, porque tanto Perfecta como Bernarda son viudas. Aunque en Doña Perfecta aparecen hombres, es la figura de la “madre terrible” la que hace y deshace, permite y prohíbe, decide o rechaza; la que mueve los hilos de todo el pueblo, Orbajosa, porque la autoridad de Perfecta se impone incluso sobre la de los políticos. En el caso de Bernarda, es ella quien mantiene alejadas a sus cinco hijas de los hombres, quien decide sobre sus vidas y sus destinos, a pesar de que las mujeres ya tienen edad de decidir sobre sí mismas. El fanatismo religioso de ambos personajes salta también a la vista. Y por último, se produce una correspondencia entre el motivo de rebelión de Rosarito –hija de Perfecta- y el de Adela –hija de Bernarda-, y ese motivo no es otro que el amor hacia un hombre, curiosamente llamado Pepe en ambas novelas. El amor supera el miedo o el respeto que las jóvenes sienten hacia su respectiva madre, les devuelve las ganas de vivir y genera en ellas la conciencia de prisioneras y el deseo de escapar. Pero en ambos casos, la madre acaba cortando de raíz esa ilusión: Doña Perfecta ordena asesinar a Pepe Rey, y Bernarda Alba simula haber matado de un tiro a Pepe el Romano. El resultado en ambos casos es trágico para las hijas, incapaces de volver a la anterior situación: Rosarito se vuelve loca y Adela se suicida.

La diferencia más obvia entre Doña Perfecta y Bernarda Alba es el disfraz de mujer santa y buena que envuelve a Perfecta, y del que poco a poco se irá despojando, y la evidente mezquindad desnuda de Bernarda, que es algo así como la “cara oscura” de Doña Perfecta.

La huella de Galdós en García Lorca (II): Jacinta y Yerma

40 sonetos de amor: presentación

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Rompo de nuevo mi silencio opositoril para invitaros a la presentación de esta fantástica edición de la que soy antóloga: cuarenta sonetos de amor de la literatura española e hispanoamericana; desde Garcilaso hasta Luis Alberto de Cuenca, pasando por Quevedo, Góngora, Unamuno, Lorca, Cernuda, Alberti… La edición es el broche del 40º aniversario de Ediciones de la Torre. Vamos a tener el honor de contar, además, con la presencia de la poeta Paloma García-Nieto, hija del gran poeta José García Nieto, que también figura en la antología.

El prólogo del libro corre a mi cargo y también me estreno como ilustradora de uno de los cuarenta sonetos, concretamente, el perteneciente a mi adorado Luis Cernuda. Os lo dejo aquí para ir abriendo bocas, con la advertencia de que, junto a éste, tenemos dibujos de verdaderos grandes ilustradores, que estarán expuestos en el Colegio de Doctores y Licenciados hasta el 19 de mayo.

¡Espero veros en la presentación!

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Ilustración de Marina Casado para un soneto de Luis Cernuda

Bilingüismo o estupidez nacional

Hace poco hablaba sobre el término postureo y su aplicación en el ámbito cultureta –que no cultural- en el aniversario del nacimiento de Federico García Lorca. Las fechas señaladas, centenarios, muertes y demás acontecimientos cronológicos son un campo de minas para ponernos estupendos y demostrar al mundo que estamos “en la onda”. Y más con la llegada de Twitter, desde la cual cada día es el Día Mundial de algo –de la Felicidad, de las Sonrisas, de la Música, y de los Unicornios-Rosas-Que-Sobrevuelan-El-Arco-Iris.

"My Little Poney"
«My Little Poney»

Hoy, tal como he escuchado en el telediario –por llamar de alguna forma al espacio televisivo de TVE de las 15:00-, es el “Día E”. Al contrario de lo que puede parecernos, no se trata de una fecha bélica señalada –como pudiera ser el “Día D” o del Desembarco de Normandía. Lo de “E” es por “Español” -¡viva la creatividad!-, y se trata de una jornada creada por el Instituto Cervantes que homenajea nuestro maravilloso idioma:

El Instituto Cervantes celebra en todo el mundo El Día E, la fiesta de todos los que hablamos español

El Instituto Cervantes celebra hoy en su sede central y en todos los centros repartidos por el mundo el Día E, una jornada en la que festeja la fuerza de un idioma que hablan 500 millones de personas. El español es la segunda lengua del mundo en número de hablantes nativos, el segundo idioma de comunicación internacional y el tercero más utilizado en Internet. 

Así se anuncia el día de hoy en la página web del Instituto Cervantes, adjuntando programación de conferencias, encuentros, concursos y demás actividades culturales lúdico-festivas. Bien lo merece, siendo un idioma que “hablan 500 millones de personas”.

Cartel del "Día E" del Instituto Cervantes
Cartel del «Día E» del Instituto Cervantes
Actividades en el Instituto Cervantes por la celebración del "Día E"
Actividades en el Instituto Cervantes por la celebración del «Día E»

Me parece estupenda la iniciativa del Cervantes; ojalá se hicieran más cosas así, pero trasladado al contexto social que nos envuelve, resulta un poco chocante… y casi diría “hipócrita”. O por expresarlo de otro modo: un ejemplo más de postureo.

Porque mientras el Cervantes exhibe su pasión por el español, los colegios y los institutos se matan por instaurar el bilingüismo en las aulas. Y nos encontramos con artículos tan indignantes como éste, del Huffington Post:

Las asignaturas pendientes de la enseñanza bilingüe en España

La enseñanza bilingüe se extiende cada vez más en España. Algunos datos lo confirman: este curso ha llegado a 377 centros educativos en la Comunidad de Madrid, en Andalucía son ya más de 800 y en 2015 se espera que la mitad de los colegios públicos madrileños y al menos un tercio de los institutos sean bilingües. Se pretende, así, potenciar la enseñanza de idiomas -especialmente de inglés-, pero el sistema se está encontrando con un problema duro: escasean los profesores con nivel suficiente para dar sus clases en otro idioma.

Así comienza el artículo del Huffington. En párrafos sucesivos, se extiende sobre la polémica de qué es mejor: profesores especializados en una materia que no dominen el inglés o personas bilingües que no dominen una materia, pero puedan explicarla de modo superficial. ¿Cuáles creéis que son los más aceptados?

Bilingües, por supuesto. ¿A quién le importa que los chavales aprendan ciencia, si pueden convertirse en unos perfectos angloparlantes –incultos, eso sí-? Así que la solución para la crisis no es estudiar una carrera universitaria, sino irnos todos a Inglaterra o a Norteamérica y hacernos bilingües. Y luego volver a España en busca de trabajo.

Viñeta extraída de cehsarajevosfp.blogspot.com
Viñeta extraída de cehsarajevosfp.blogspot.com

Y qué decir de la Literatura Española, impartida en inglés. “Mr. Quijote of The Mancha” sonaría mucho más glamuroso. Y Lorca se moriría de la risa con sus Gypsy Ballads –que viene siendo algo así como “Baladas Gitanas”; muy grande.

Estúpidos. Eso es lo que somos, por infravalorar un idioma tan rico como el español, cuando en Estados Unidos un 16 % de la población es hispanohablante y, sin embargo, no se reconoce la cooficialidad de la lengua. Los yanquis no tienen ningún problema en marginar el español, y en España somos tan masoquistas que contribuimos a ello.

Por no hablar de la confusión que supone para los niños equiparar la lengua materna con una segunda lengua, logrando que, en muchos casos, no aprendan bien ninguna de las dos.

Y que conste que no estoy en contra de la multiculturalidad, ni de la apertura idiomática, y soy consciente de la importancia que tiene el dominio del idioma inglés en el mundo, y por ello considero que hay que fomentarlo. Pero de fomentarlo a cargarnos nuestra propia lengua existe un trecho. Sí estoy en contra de toda esta moda del bilingüismo en la “aldea global”. No perdamos nuestra personalidad, por favor, ni la variedad de matices del idioma español, o la riqueza presente en nuestra literatura –presente no solo en España, sino también en Hispanoamérica.

Cada vez que leo una de esas desternillantes noticias sobre exigencias de bilingüismo en la Educación española, me acuerdo de aquel poemilla cómico de Rafael Alberti:

SONSONETE DE LA COCACOLA

Me basta ver la coca-cola,

ese vómito invasor,

para morirme de dolor

lejos de mi tierra española.

 

Cuando bebida tan extraña

veo orinar de una botella,

grito alto: ¡Me cago en ella!

¿Qué hago yo aquí lejos de España?

 

Y si en la farra disoluta

llego a beberla alguna vez,

grito más alto: ¡Hijo de puta!

¿Qué hago tan lejos de Jerez?

 

Me basta ver la coca-cola,

ese pis norteamericano,

para correr fusil en mano

a salvar mi tierra española.

Famoso cartel del Tío Sam, de J. M. Flagg, reclutando soldados para la Primera y Segunda Guerra Mundial
Famoso cartel del Tío Sam, de J. M. Flagg, reclutando soldados para la Primera y Segunda Guerra Mundial