Expediente Warren: el exorcismo ataca de nuevo

Hoy os traigo la crítica marinística de una película que actualmente sigue en cartelera: Expediente Warren.

Cartel de la película de 2013 Expediente Warren
Cartel de la película de 2013 Expediente Warren

FICHA TÉCNICA

Título original: The Conjuring (The Warren Files)

Año: 2013

Duración: 112 minutos

País: Estados Unidos

Director: James Wan

Guión: Chad Hayes, Carey Hayes

Música: Joseph Bishara

Fotografía: John R. Leonetti

Reparto: Lili Taylor, Vera Farmiga, Patrick Wilson, Joey King, Ron Livingston, Mackenzie Foy, Shanley Caswell, Hayley McFarland, Sterling Jerins, Shannon Kook

Un cartel alternativo de Expediente Warren
Un cartel alternativo de Expediente Warren

Lo cierto es que los carteles, así como los tráilers, parecían prometedores para los amantes del género de terror, entre los que me cuento.

Y de hecho, empezó muy bien. Con una terrorífica muñeca poseída que aterraba a dos chicas que vivían en una casa antigua, cambiando de posición y escribiendo mensajes que decían: «¿Me habéis echado de menos?». Tengo que confesar que en ese comienzo pasé miedo, sobre todo con la cara de la muñeca.

Pero inmediatamente después, aparece un texto en el que se encuentra esa frase devastadora para el género: Basado en hechos reales.

Cuando en una película de terror tienen que recurrir a ella, significa que están buscando un impacto fácil en el público. ¿Va a dar más miedo porque esté basado en una historia real -que vaya usted a saber cuánto se parece-? El mérito de una película de este género es impresionar por sí misma, por el guión, por la historia, sea real o no.

En el texto también se explicaba que Ed y Lorraine Warren, los «cazafantasmas» que ayudan a la familia protagonista, existieron de verdad y participaron en muchos exorcismos, amparados por el Vaticano. Yo me dije: con la Iglesia hemos vuelto a topar.

De verdad, ¿tanto cuesta entender que, después de El exorcista, todas las demás carecen de originalidad? ¿Dónde están los directores de terror creativos?

Pero volvamos a la historia. En los años setenta la familia Perron, compuesta por el padre, la madre y cinco hijas súper-híper-mega repelentes y escandalosas, se instalan en su nueva casa, una antigua granja situada en Rhode Island. Por supuesto, está en mitad del campo y por allí no hay ni el gato -había un perro, pero enseguida se lo cargan los demonios.

Al poco tiempo de instalarse, descubren un desván que había permanecido cerrado, lleno de trastos viejos. Lo curioso es que en el desván también se encuentra la caldera, y aquí planteo la pregunta: ¿compraron la casa sin agua caliente o no sabían que el agua caliente necesita de la existencia de una caldera? Es para matar a los de la inmobiliaria, vamos…

Pues es abrir el desván y que la casa se les llene de olores raros, pasos, golpes, presencias fantasmales… Aquello parece la Casa del terror del Parque de Atracciones, auténticamente.

El siguiente paso es llamar a los cazafantasmas, que llegan sin traje y sin musiquita, porque estos son amigos de los curas y claro, tienen que parecer más serios. Los Warren descubren que en esa granja vivió una bruja -entiéndase como mujer que practicaba la brujería, que las otras son demasiado comunes- que sacrificó a su bebé en honor al Diablo y después se suicidó, dejando una maldición para todos aquellos que habitaran en el futuro sus tierras. Su táctica consistía en poseer a la madre de cada familia y hacer que asesinara a sus hijos.

El desenlace es brusco y cogido con alfileres. No explican cómo hacen desaparecer al demonio, meten una escena final inocua…

Fotograma de la película
Fotograma de la película

Para los que lo pudieran estar pensando… No, no es Asier, el novio de Paquita, la de Cuéntame cómo pasó. Tienen en común las pintas y que están muy metidos en estos rollitos paranormales. El de la foto es Ed Warren interpretado por el actor Patrick Wilson.

Ninguna interpretación es brillante, pero la más creíble es la de Vera Farmiga en su papel de Lorraine Warren.

De los momentos estelares de la película, como aquel mencionado de la caldera, hay unos cuantos. Por ejemplo, cuando Ed Warren explica a la familia que los demonios siempre llaman a la puerta tres veces porque lo consideran una burla a la Santísima Trinidad. ¿Y no pueden llamar tres veces porque les da por ahí? Mira que hay que ser rebuscado. Aunque eso explica que el famoso cartero de James M. Cain sólo llamara dos veces. El hombre, a pesar de todo, era un buen cristiano.

Otra cosa que me encanta es cómo les llenan la casa de crucifijos a los pobres Perron, y cómo les recriminan que las niñas no estén bautizadas… Evangelización, señores, que no nos enteramos. Luego vienen los fantasmas y a quejarnos, claro, pero no pisamos la Iglesia, y así nos va…

Conclusión… Bauticen a sus hijos. Y esperen a que esta fantástica película sea estrenada en televisión, porque los diez euros que cuesta el cine escuecen demasiado, en este caso.